Desde hace unos meses la plaza de Ciudad Nueva, ubicada detrás de la Escuela N8, ha sido usurpada por un privado que pretende instalar en ella un complejo de canchas de futbol 5. Quienes viven en el barrio han alertado al Municipio de distintas maneras desde que comenzaron los primeros trabajos; pero hasta el momento lejos de impedir que esto suceda, las obras siguen avanzando en la clandestinidad pero ante los ojos de todo el mundo.
“El día 26 de mayo de este año, según consta en el sello de mesa de entradas, me dirigí por nota al Sr. Intendente, poniéndolo en conocimiento de lo que estaba pasando”; aclara el vecino Andrés Tempo. “Los primeros movimientos de la usurpación comenzaron un mes antes; pero fue durante el feriado del 25, que plantaron dos hileras de postes de luz como los que recambia la Cooperativa, y en los días sucesivos montaron la estructura de una cantina y una parrilla”.
En principio, según comenta Tempo, pensamos que se trataba de la gente de El Potrero, que desde hace unos años organiza partidos de futbol con los chicos del barrio; pero no fue así. Uno de los referentes de la asociación, junto a otros vecinos, se comunicó personalmente conmigo el día domingo pasado para aclararme que ellos nunca pensaron en tomar la plaza. Al contrario, que también ellos se habían dirigido al Intendente con el mismo reclamo.
Según los comentarios que tenemos hasta ahora, agrega Andrés Tempo; se trataría de alguien que hasta hace poco tiempo alquilaba un espacio en el Club Atlético, y que por algún motivo ya no lo hace más.
Desde el Municipio, cuando los vecinos se acercan a plantear el tema, les dicen que ya los están por sacar, que se queden tranquilos; pero eso nunca sucede. De hecho, luego de la nota que dirigí al intendente hace ya cuatro meses; agrega Tempo, me comunique por teléfono con el Secretario de Vivienda y Urbanismo, el arq. Osvaldo Fons. En esa oportunidad me aseguró que ya estaban al tanto del problema y según sus palabras, el intendente estaba personalmente abocado al tema.
En opinión del vecino; lo que está sucediendo es muy extraño, porque el Estado no necesita de ninguna autorización para evitar un ilícito. Tampoco se le exige a la policía la orden de un juez para impedir que roben un banco. Lo hace porque esta dentro de las funciones que le dan su origen. Aquí lo que notamos es que no existe la decisión política de hacerlo. Y no sabemos si es por desidia o por intereses ocultos que desconocemos.
