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Nueve de Julio

Las redes sociales promueven una nueva forma de comercialización

¿Cuánto bajó la carne en la ciudad de 9 de Julio?

POR ANDRÉS TEMPO

Las ofertas comenzaron a verse en Facebook antes que en la calle; pero los carteles no tardaron en llegar a la vía pública. Uno de los efectos de la pandemia fue la cocina en casa, eso dio paso a un descubrimiento: los costos de la elaboración y los márgenes de ganancia de quienes lo hacían de forma profesional. De allí a animarse a ser un pequeño emprendedor o emprendedora fue solo un paso.

Rápidamente proliferaron las publicaciones caseras. Las imágenes comenzaron a mostrar mesadas de casas particulares repletas de milanesas recién hechas, y manos que las mostraban. Bols con preparados de huevo, ajo y perejil que demostraban que su fabricación era artesanal junto a la promesa del delivery sin costo. Nada de eso en páginas específicas, sino en los mismos perfiles de sus autores.

Foto MERCADO LIBRE 9 DE JULIO

En poco tiempo las carnicerías imitaron el formato. Facebook, en las diferentes versiones de Mercado Libre 9 de Julio, junto a otras redes sociales empezaron a formar parte de sus medios publicitarios. La competencia multiplicada y la estabilidad en el precio de la carne, como efecto del cierre parcial a las exportaciones dispuesto por el gobierno nacional en el mes de mayo, provocaron cambios que empezaron a verse reflejados en las góndolas.

Hoy no son pocas las carnicerías que ofrecen el kilo que antes estaba en $790/750, a $690/$650 o $599; mostrando que la baja oscila entre el 15% y el 30%, según el comercio. En los cortes denominados populares, la diferencia puede ser aún mayor.

Pero no solo la carne vacuna o los cortes populares tuvieron esa merma, el cerdo parece ser la vedete de las ofertas. El kilo de pulpa que hace tres meses no se conseguía por menos de $490 el kilo; hoy son pocas las carnicerías que lo siguen aguantando a ese valor. Ciudad Nueva Web, realizó un pequeño relevamiento por 11 comercios del rubro, y en 9 de ellos encontró que el precio por kilo no supera los $390. En este grupo, el valor más bajo fue de $320 por kilo, y el promedio fue de $370. Si se toman los combos, por ejemplo, aquellos que ofrecen dos kilos o más, el precio promedio baja a $360.

Otro dato significativo son los embutidos. Allí la baja en el valor es tan notoria que pone en evidencia el nivel de “dispersión de precios” que se da en la ciudad. Si algún daño provoca la inflación, más allá del impacto que tiene en los bolsillos de la gente, es la pérdida de parámetros de comparación. El reflejo de esto es que ya no se sabe cuánto cuestan las cosas. Se pierde la referencia y esto puede ser aprovechado por comerciantes inescrupulosos. Con estabilidad esas diferencias se hacen muy notorias.

Los embutidos muestran ese fenómeno. Hoy en algunos supermercados de 9 de Julio, los chorizos frescos puros superan los $750, cuando no son pocas las carnicerías que los ofrecen a menos de $500, o publicaciones en Facebook en los que aparecen a $420. Eso en términos porcentuales significa un ahorro de entre el 50% y el 78%.

Para el consumidor corren tiempos para abrir los ojos y estar alertas. Los valores y los precios de referencia comienzan a aparecer. Lentamente las cosas vuelven a ser comparables y así emergen las posibilidades de elección. Optar por un comercio u otro, puede hacer que la mesa esté llena o vacía. Tomarse un segundo de tiempo, hacer un click o caminar un poquito, puede significar comprar más del doble por el mismo dinero.

 

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